En los últimos meses, la fotografía ha visto avances que no son meramente incrementales sino que modifican paradigmas: desde hardware dedicado para video profesional, pasando por alianzas corporativas, hasta la pujanza de la inteligencia artificial en cada etapa del flujo fotográfico. Aquí un repaso de lo más relevante, y cómo estos cambios están redefiniendo qué significa “hacer una buena foto” en 2025.
1. Cámaras dedicadas y la fusión foto-video profesional
Una de las noticias más destacadas ha sido Fujifilm presentando su primera cámara de cine pura, la GFX Eterna 55. Con el mismo sensor medio formato de 102 megapíxeles que usa la GFX100 II (44×33 mm), esta cámara está diseñada exclusivamente para video profesional: grabado en 8K, simulaciones de película (esa estética tan característica de Fujifilm), filtros ND electrónicos variables, grabación RAW externa, etc.

Este lanzamiento muestra dos tendencias clave:
- Las cámaras ya no sólo quieren capturar imágenes fijas, sino lograr en video lo que los cineastas buscan: profundidad, textura, look cinematográfico, con sensores grandes.
- Las marcas están apostando por nichos muy específicos (cine profesional, producciones de alto nivel) con tecnología de gama alta y precios elevados. Esto contribuye a que la diferenciación en fotografía se base cada vez más en video, prestaciones híbridas y control avanzado del color y la luz.
Por su parte, Nikon también ha entrado oficialmente en el mercado del cine con la Nikon ZR, fruto de su adquisición de RED. Esta cámara con sensor full-frame, 6K/60p, mucho rango dinámico, compatibilidad con lentes Z, y otras ventajas técnicas, destaca por acercar herramientas profesionales a un nivel más accesible (relativamente) para cineastas independientes.
2. Lentes que rompen esquemas: más versatilidad, más rango
Sigma anunció recientemente cuatro lentes que de verdad se sienten como “nueva generación”. Entre ellas:
- Un autofoco 135mm f/1.4, ideal para retratos en condiciones de baja luz, con una profundidad de campo espectacular.
- Una versión renovada del 35 mm f/1.2 DG II Art, más ligera y corta, optimizada para video y fotografía, reduciendo problemas como “focus breathing”.
- Y lo que puede ser un lente “viajero todo-en-uno” interesante: un 20-200mm F3.5–6.3 DG Contemporary, ofrecido en montura L-Mount y Sony E, con peso relativamente moderado. Para quienes no quieren cambiar lentes constantemente en viajes, esto es enorme.
Estas presentaciones no solo agregan nuevas piezas al ecosistema, sino que representan una respuesta clara a la demanda: lentes luminosos, versátiles, livianos, con óptica refinada, que permitan hacer mucho con poco.
3. Revolución móvil, colaboración y AI
Otro frente de innovación fuerte está en los smartphones. OPPO extendió su alianza con Hasselblad para seguir mejorando sus sistemas de imagen móvil — no solo en hardware, sino en procesamiento de imágenes, calibración de color, simulaciones, etc.
Y es que la competencia móvil sigue empujando los límites: cámaras de sensores más grandes en teléfonos, mejoras en los algoritmos de post-procesado, mejoras en autofoco, mejor rendimiento en baja luz gracias a AI, etc. Todos estos avances presionan a las cámaras tradicionales a ofrecer algo distinto que los teléfonos no puedan replicar tan fácilmente.
4. Tendencias disruptivas: ¿qué nos trae la AI?
La inteligencia artificial ya no es solo para editar después, sino que forma parte del flujo de captura: autofoco predictivo, mejoras en bajo nivel de luz, reducción de ruido adaptativa, reconocimiento de escena, clasificaciones automáticas, retoques preliminares, etc. Esto se ve en varios modelos nuevos, y también en las herramientas de software como Lightroom, Luminar Neo, ON1, etc. que cada vez integran más funciones basadas en AI.
Además, proyectos como PixelGen están pensando la fotografía desde otra perspectiva: sensores pequeños/embebidos, datos de baja resolución, visión infrarroja, modelos de lenguaje para interpretar escenas, generación de imágenes “mejoradas” a partir de datos mínimos. No es lo mismo que tener una gran cámara, pero abre posibilidades enormes en IoT, vigilancia, proyectos artísticos, etc.
5. Democracia visual vs autenticidad: dilemas actuales
Con toda esta tecnología, surge también un debate ético y estético: ¿qué valor tiene lo auténtico cuando la AI puede generar imágenes casi indistinguibles? ¿Cómo distinguir lo real de lo generado? ¿Cómo mantener la originalidad cuando demasiadas herramientas automatizan los estilos?
Algunos festivales de fotografía ya incluyen obras generadas parcialmente o totalmente por AI, lo que genera reacciones divididas. En el Photo Brussels 2025, por ejemplo, varios proyectos usan AI para recrear estilos históricos, para explorar identidades olvidadas, para componer mundos paralelos que cuestionan la realidad.
6. Comparativa de lo viejo y lo nuevo: hacia dónde va la fotografía
Para sintetizar, algunas comparaciones:
| Aspecto | Años pasados (hasta 2015-2020) | Ahora |
|---|---|---|
| Autofoco / seguimiento | Básico, menos preciso en movimiento rápido | AI predictiva, seguimiento de sujetos, detección de ojos y rostros mejorada |
| Video | Accessories o “modo secundario” | 6K-8K nativo, capacidades cine puro, RAW, ProRes, etc. |
| Lentes | Fijo, menos especializados para video | Lentes híbridos, zoom super versátil, apertura electrónica, reducción de peso |
| Smartphone vs DSLR / mirrorless | Teléfonos “no tan buenos” | Teléfonos compitiendo con cámaras de gama media, muchas funciones integradas |
Conclusión
Las novedades de los últimos meses nos muestran que la fotografía ya no se puede pensar solo como tomar fotos: es un ecosistema, un flujo creativo que comienza en la captura, pasa por el software y termina (o continúa) en la postproducción, las redes y la distribución.
El hardware sigue siendo clave — sensores más grandes, lentes mejores, cuerpos ligeros —, pero la tecnología que antes considerábamos secundarias (AI, procesamiento, algoritmos) ahora es central.
Para fotógrafos, esto significa adaptarse: conocer las herramientas nuevas, elegir cuándo y cómo usar AI o mejora automática sin perder lo que hace especial a una imagen: visión, intención, originalidad.
Este año ha traído innovaciones que no solo mejoran lo que ya hacíamos, sino que cambian lo que será posible. Y para quien ama el arte de capturar imágenes, las posibilidades que se abren son inmensas.
